Las catas están de moda y se presentan como nueva alternativa a los clásicos regalos. Catas de vino, de ron, de whisky, de cerveza o chocolate pueden ser una agradable excusa para congregar a vecinos y familiares en torno a una mesa y disfrutar de la valoración personal de cada producto.
Si tienes ganas de pasar una buena y original mañana de sábado, puedes organizar una cata de aceite de oliva en casa con los amigos y comprobar que no es necesario que seamos especialistas en valoración organoléptica para disfrutar de los sentidos.
LOS ELEMENTOS NECESARIOS
–COPA DE DEGUSTACIÓN: 
En las catas profesionales se suelen utilizar copas traslúcidas de color azul para que el color del aceite no influya en la decisión del catador. Pero si no los tienes en casa, ¡no pasa nada! En nuestra cata casera nos bastará con unos vasitos o platitos enumerados. ¡Que se vea el color de la materia prima! Para nosotros como consumidores no dependientes de protocolos, observar la diversidad de tonalidades de amarillo, verde y oro es todo un placer.
-PLANTILLO: Para evitar que se pierdan los aromas, se suele tapar la copa de degustación con una vasija de cristal. Utilicemos cualquier elemento que haga su misma función: un posavasos o un plato de café.
-EL PANEL DE CATA: que es como se suele denominar en al argot aceitero al equipo de catadores que se encargarán de clasificar y valorar cada aceite. En nuestro caso: amigos y familiares. Y si son de los que te proporcionan muestras, ¡mejor que mejor!
-ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA: Cuantos más aceites a catar y de más calidad, mejor. En internet podrás encontrar un sin fin de información sobre las variedades de aceitunas españolas: (Arbequina, Picual, Hojiblanca, Manzanilla, Cornicabra, Lechín, Verdial, Gordal, Picuda, Empeltre, Blanqueta, Farda, Verdeja, Carrasqueño…)
Lo importante en una cata entre amigos es que disfrutemos y experimentemos los sabores, que anotemos las sensaciones que nos produce cada muestra, que aprendamos a describir el matiz que los diferencia, poner en común las valoraciones y lo más interesante: intercambiar opiniones.
-EL PAN: En las catas profesionales el aceite va de la copa de degustación directamente a la boca. Tras calentar ligeramente con las manos la vasija, se destapa, se procede a oler, se vuelve a tapar mientras seguimos calentándola para dejar paso a la cata final en boca y a la captación de lo que se denomina “el flavor del aceite de oliva”: que es el conjunto de sensaciones olfativas y gustativas que se denotan en boca y nariz al degustar un aceite.
Como vemos, en el proceso de degustación profesional no vemos el pan por ningún lado. Sin embargo en nuestra cata casera de aceite es indispensable un buen pan troceado y tostado (llámese crutons o coscorrones) con los que empapar el paladar de los sabores de este tesoro dorado llamado aceite de oliva.